La parlamentaria del Grupo Popular exige al Ejecutivo canario una solución humanitaria urgente a la masificación que sufren los centros de acogida en Canarias
La presidenta insular y parlamentaria del Grupo Popular, Astrid Pérez, ha vuelto a poner hoy de manifiesto en la Cámara Regional la grave crisis migratoria que se vive en las islas y las duras cifras que elevan a 2.232 los inmigrantes llegados a Canarias en los dos primeros meses del año; un 121% más que en 2020.
La parlamentaria lanzaroteña ha interrogado al gobierno de Ángel Victor Torres por las medidas humanitarias que se están llevando a cabo para solucionar los problemas de masificación que afectan a los centros de acogida y la respuesta que se va dar ante las protestas que se suceden en dichos centros y que están crispando la paz social.
Para Astrid Pérez resultan desconcertantes las “tibias” actuaciones del presidente para no molestar al gobierno central, “a sus compañeros del Psoe y Podemos, únicos responsables de la pésima gestión de esta crisis migratoria”.
“Lo más relevante de este periodo ha sido la manifiesta debilidad del presidente canario y su incapacidad para posicionarse en pie de guerra frente a la Moncloa”, ha señalado Astrid Pérez durante su intervención, en la que también ha hecho referencia a la reciente intervención de Torres ante la comisión de Libertades del Parlamento Europeo.
“Ha sido el enésimo intento del Gobierno de Canarias para blanquear la política migratoria de Sánchez y Grande Marlaska. El último fracaso de una larga lista de fracasos y desprecios a Canarias que demuestran el gobierno de Psoe y Podemos no tienen ningún interés en acabar con la crisis de la inmigración irregular en el archipiélago”, ha señalado de forma tajante Astrid Pérez.
La parlamentaria popular se remitió a los incumplimientos sistemáticos de las medidas anunciadas por los distintos ministerios implicados; a la falta de transparencia y declaraciones contradictorias entre el Delegado del Gobierno y el ministro de Interior en el caso de las derivaciones; la opacidad al declarar secreta la situación y funcionamiento del SIVE en Canarias, sobre todo en Lanzarote, o el hecho de que el presidente Sánchez todavía haya encontrado tiempo para reunirse con el rey alauí ni con el gobierno mauritano, permitiendo que las islas se conviertan en un campo de retención de inmigrantes, en una cárcel donde se vulneran los derechos humanos.
“Es evidente que al Gobierno de España le importa poco o cero la situación que se vive en Canarias y que el gobierno de los canarios está más preocupado por no molestar a sus jefes de Madrid que en solucionar uno de los problemas más graves que tienen las islas”, ha concluido Astrid Pérez.