La alcaldesa Astrid Pérez iza la nueva Bandera Azul de la playa del Reducto, que se ha convertido en la primera playa de Lanzarote, y una en la Comunidad Canaria, en contar con un plan específico de seguridad y salvamento, de acuerdo a las exigencias del Gobierno de Canarias en materia de seguridad en el litoral canario.
El Gobierno de Canarias aprobó en agosto del 2018 un decreto donde ordenaba a los Ayuntamientos canarios la elaboración de planes de seguridad y salvamento para las playas de su litoral. Un registro público, que tutela el Ejecutivo canario, es el que acredita la existencia de estos planes para las playas.
El grupo de Gobierno de Arrecife, liderado por la alcaldesa Astrid Pérez, lo aprobó en pleno el pasado año y está ya en vigor tras su correspondiente exposición pública, y publicación de aprobación definitiva en el BOP.
Ese decreto clasifica a las playas de Canarias como libres, peligrosas o de uso prohibido. En las playas peligrosas o libres se determinará el grado de protección para cada una de las temporadas de afluencia, que podrá ser bajo, moderado o alto. Dicho grado de protección será el resultado de combinar el criterio de la afluencia de personas con el riesgo intrínseco de la playa, según los parámetros establecidos en el propio decreto. Si es moderado o alto, la playa deberá contar con el correspondiente Plan de Seguridad y Salvamento elaborado por el ayuntamiento.
Además, tiene establecido la creación del Catálogo General de Playas y otras Zonas de Baño Marítimas de Canarias como instrumento al servicio de las diferentes administraciones públicas y de la ciudadanía en general. Este documento permite conocer los diferentes tipos de playas y otras zonas de baño marítimas conforme a su clasificación, sus características físicas, los grados de protección por temporadas, en su caso, y los extremos relativos a la seguridad que sean relevantes para una eficaz intervención y coordinación ante emergencias ordinarias y de Protección Civil.