Las obras mejorarán la accesibilidad peatonal, creando una plataforma única, mediante la remodelación integral tanto de las calles El Greco y Valencia, como del paseo peatonal o Callejón, que tiene salida a la Avenida Fred Olsen en El Reducto
30 de marzo 2022.-El Ayuntamiento de Arrecife acomete ya la transformación del frente marítimo de la capital con el inicio de una de las obras fundamentales de este mandato, la remodelación integral de las calles El Greco y Valencia que mejorarán la accesibilidad peatonal del centro de la ciudad.
La alcaldesa de Arrecife, Astrid Pérez, acompañada por el concejal de Urbanismo, Eduardo Placeres, ha realizado en el día de hoy una visita a las obras, que se iniciaron a mitad de este mes de marzo a cargo de la empresa Lanzagrava, S.L., adjudicataria del contrato, con un presupuesto de 250.260,50 euros, sin impuestos, y un plazo de ejecución de 4 meses.
Las obras suponen el cambio del pavimento peatonal y de la capa de rodadura; la instalación de alumbrado público, red de riego y de pluviales; la colocación de jardinería y la renovación de la señalización vial y de las luminarias por unas de bajo consumo.
“A pesar de todos los contratiempos que hemos vivido a cuenta de la pandemia y de la crisis económica derivada de ella, y la actual subida de precios de la energía y los carburantes, estamos satisfechos de que los proyectos, que hemos puesto en marcha desde que llegamos al Ayuntamiento, se estén haciendo realidad este año”, afirma la alcaldesa capitalina, Astrid Pérez.
Se mejorará la accesibilidad peatonal, creando una plataforma única, mediante la remodelación integral tanto de las calles El Greco y Valencia, como del paseo peatonal o Callejón que tiene salida a la Avenida Fred Olsen en El Reducto, “con la misma filosofía además de otros proyectos que se han presentado para la ciudad, como el de la calle Canalejas, que favorecen la accesibilidad mediante la semipeatonalización”, según apunta el responsable de Urbanismo, Eduardo Placeres.
Con la nueva configuración urbanística, estas calles no tendrán desnivel entre las aceras y la calzada, exceptuando un dos por ciento de pendiente donde se ubicarán los imbornales para el drenaje del agua de lluvia, una actuación necesaria y reclamada por los vecinos, que acabará con las filtraciones que se producen a los edificios colindantes en épocas de lluvia.